Graflex  Century (1953)
 

Estas cámaras, conocidas como “baby press cameras” están bastante minusvaloradas pese a que se trata de cámaras perfectamente utilizables y más versátiles que sus hermanas mayores. Para muchos expertos, la consideran como la mejor cámara 6x9 que jamás se haya fabricado. La Century Graphic es quizá la más pequeña y económica de las Graflex. El cuerpo está fabricado de plástico denominado  “mahoganite” , muy resistente y ligero, y lleva moldeado en el propio cuerpo el sistema “Graflock” que le permite usar diferentes tipos de respaldos. Es quizá la característica más apreciada de esta cámara ya que podemos usar no sólo placas sino también rollos de película de 120.

Las Graflex fueron cámaras que se construyeron de forma muy similar a lo largo de las cinco décadas en que estuvieron en fabricación. Este modelo no dispone de obturador plano focal como las “Speed Graphic”. Los objetivos son intercambiables pero no es fácil encontrar hoy en día objetivos sueltos en buen estado. Podía equiparse con un telémetro “Kalart” que suponía un coste extraordinario y que alcanzaba un tercio del coste total de la cámara más objetivo.


Es una cámara que hace básicamente lo que el resto de las cámaras Graflex, sin embargo, pese a ser más sencilla y económica, resulta algo más complicada de manejar.No tiene bloqueo de enfoque y los mandos son más pequeños y difíciles de accionar. El procedimiento para el enfoque no es nada sencillo. En primer lugar tenemos que asegurarnos de que las guías de la cuna de la cámara están perfectamente ajustadas para el objetivo que estamos usando.

También tenemos que tener ajustados los topes para extender el fuelle hasta el punto adecuado. Si no se dispone de telémetro -que tiene que estar perfectamente calibrado- el enfoque es bastante crítico y se hace por estimación. Dependiendo de la abertura del diafragma, será la profundidad de campo la que nos ayude en algo, pero lo ideal sería disponer de un respaldo con cristal esmerilado. Este respaldo no es  fácil de encontrar ya que debido a su fragilidad y al constante montaje y desmontaje el número de ellos que ha sobrevivido es realmente bajo. Si tenemos la suerte de disponer de uno, simplemente colocamos la cámara en el trípode, ponemos el respaldo con el cristal esmerilado en el “Graflock”, enfocamos, y sustituimos el cristal por el respaldo con la película. Otra cuestión muy interesante a la hora de usar la cámara, sobre todo en fotografía arquitectónica, es la posibilidad que modificar el ángulo de la lente con el fin de corregir los efectos de la perspectiva en la imagen.

No es una cámara fácil de llevar ni de usar. Hay que conocerla perfectamente pero una vez que sabes cómo usarla, los resultados pueden realmente espectaculares. Yo la utilizo fundamentalmente para retratos y para fotografía de arquitectura, donde las decisiones se toman de forma pausada, muchas veces esperando a que la luz sea la más idónea. Paciencia, planificación, a veces mucho frío, son elementos consustanciales a esta cámara. Una cámara que te transporta a los años dorados de la fotografía.

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